Es bien sabido que los profesionales del automovilismo y del motocilismo están expuestos a un entorno excesivamente ruidoso. Lo que no saben la mayoría de personas que utilizan la moto como medio de transporte, es que ellos también están expuestos a un nivel sonoro que puede ser perjudicial. De hecho, el ruido que se percibe dentro del casco, circulando a una velocidad de 100 km/hora, oscila alrededor de los 95 dB. En algunas mediciones se han detectado niveles de ruido superiores a 114 dB. Por tanto, si nos desplazamos en moto al trabajo y la duración del trayecto es de 30 minutos, a lo largo del año nos habremos expuesto a un exceso de ruido durante un tiempo considerable.
¿Cuándo existe riesgo de deterioro auditivo por ruido? Cualquier exposición a ruido que supere los 120 dB puede ser dolorosa y dañar el oído de forma grave e irreversible. Pero entre 80 y 120 dB, el ruido perjudica el oído “sin dolor”. Es decir, que aunque no lo notemos, el daño existe aunque no se aprecie de forma inmediata.
Sin embargo, evitar este riesgo es muy fácil y sencillo Basta con utilizar regularmente los protectores auditivos adecuados. Del mismo modo que las personas que trabajan en industrias ruidosas utilizan protectores auditivos, las personas que se desplazan en moto deberían proteger su salud auditiva.
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Protector auditivo para motoristas |
Una buena opción para motoristas son los moldes Biopact Flexcomfort, que atenúan los niveles perjudiciales de ruido. Están fabricados en un material muy agradable, hipoalergénico e irrompible, e incorporan un pequeño anillo de goma que facilita su inserción y extracción. Como se fabrican a medida del canal auditivo, son mucho más cómodos que los protectores standard.
Para profesionales del automovilismo y de la competición, existen protectores específicos con auriculares incorporados, lo que les permite mantener la comunicación con los miembros de su equipo.
Cualquier riesgo riesgo auditivo aparentemente bajo puede provocar daños irreparables. La audición es un valioso tesoro, que no se aprecia en su justa medida hasta que se pierde. Evítalo es muy sencillo, ¡no te arriesgues!