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Escucha la televisión a tu gusto, sin molestar a los demás


Según los estudios de audiencia, las personas mayores pasan mucho tiempo delante de la televisión. Además, es habitual que la pongan a un volumen bastante elevado. De hecho, ése es uno de los primeros síntomas de la pérdida auditiva. Sin embargo, incluso con el volumen al máximo,  es habitual que se pierdan parte de los diálogos, al tener los problemas de discriminación propios de una pérdida neurosensorial. Además,  la televisión a todo volumen suele una molestia para el resto de la familia, incluso para los vecinos del piso colindante.

¿Qué soluciones existen?

Existe una solución idónea para personas que no utilizan audífonos: los amplificadores de televisión ideados para personas con pérdida incipiente. Por un precio muy asequible, ver la televisión vuelve a ser un acto placentero: el usuario se olvida de la tensión de no entender las palabras. Los acompañantes, a su vez,  pueden volver a escuchar la televisión a su volumen normal y sin sobresaltos.
Amplificador TV para personas con pérdida incipiente
El modelo que vemos en la foto, por ejemplo,  no lleva cables: el usuario puede moverse cómodamente, ya que además es ligero y ergonómico. Funciona por infrarrojos y dispone de volumen ajustable y reductor de ruido de fondo.


Recientemente, se han lanzado novedosos sistemas bluetooth para usuarios de audífono. La que presentamos en la imagen bajo estas líneas, el Rexton Mini Blu RCU,  es un pequeño mando a distancia capaz de sincronizar los audífonos con diversos gadgets. El sonido se transmite al audífono directamente vía bluetooth. Esta solución, con calidad estéreo, ofrece máxima inmediatez en la retransmisión y puede conectarse simultáneamente al televisor, al móvil, al MP3 y a otros dispositivos electrónicos. El diminuto dispositivo puede llevarse en el bolsillo o sujeto a la ropa o cinturón.

Sistema bluetooth Rexton 



Dos soluciones para dormir con ruido

¿Quién no ha tenido alguna vez problemas para dormir a causa del ruido? Ruido de los vecinos, de los bares con terraza, de fiestas nocturnas, del estruendo de las motocicletas... En verano es habitual que el exceso de ruido nos impida dormir, lo que se traduce en menos horas de descanso y, posiblemente, en cansancio y malhumor al día siguiente.

Pero las molestias por ruido nocturno no sólo se producen en verano, ni proceden siempre del exterior. La página web http://www.spanish.hear-it.org/Protectores-auditivos-contra-los-ronquidos publicó un estudio danés sobre el deterioro auditivo que puede ocasionar una pareja "roncadora". Según dicho estudio, algunos ronquidos alcanzan un nivel de sonido de hasta 91 dB. Como referencia, se considera que todo ruido superior a 85 dB puede ser perjudicial para el oído, mientras que el nivel de tolerancia se establece en torno a los 65 dB.
                
Protectores auditivos a medida Sleepfit
El exceso de ruido es molesto, impide el descanso y puede ser perjudicial para el oído. Pero, ¿qué ocurre si no podemos evitarlo?   Afortunadamente, existe una solución para evitar sus consecuencias:  utilizar protectores auditivos. Los de mayor eficacia son los moldes a medida, fabricados en silicona blanda e hipoalergénica, que incorporan un filtro acústico para limitar determinadas frecuencias. En consecuencia, se atenúan únicamente los ruidos indeseables tales como ronquidos, ruido de tráfico o del vecindario. En cambio, sí podremos oír el timbre de la puerta o la alarma del despertador y mantendremos la ventilación del conducto auditivo, evitando la sensación de aislamiento.               
         
Protectores standard SleepSoft
Si preferimos adquirir una solución para un uso esporádico, existen opciones más asequibles. Por ejemplo, los protectores standard SleepSoft,  cuyo material blando, en contacto con el calor,  se ajusta al oído, impidiendo que se deslice o se caiga.    

Aunque de entrada parezca que dormir con protectores puede ser incómodo, resulta fácil habituarse. El beneficio es evidente: dormir bien es imprescindible para nuestro bienestar. Y cuidar el oído, imprescindible para mantener una audición óptima durante el mayor tiempo posible.

Los primeros síntomas de la pérdida auditiva

“Yo oigo pero no entiendo las palabras” es la frase que resume las primeras sensaciones asociadas a la presbiacusia, o pérdida auditiva gradual asociada a la edad. Los sonidos agudos son más difíciles de percibir, así como las palabras que contienen las consonantes “s”, “c”, “z” o “f”. Es por ello que la persona afectada confunde unas palabras con otras o bien pierde información importante cuando mantiene una conversación.

Audiograma con banana speach sombreado en gris
En este audiograma podemos observar las frecuencias del habla, que se representan en la zona sombreada en gris, llamada normalmente "banana del lenguaje" o "banana speech".  En este ejemplo, que corresponde una pérdida auditiva moderada, observamos claramente que las frecuencias más afectadas son las agudas (parte derecha) y que la curva de la pérdida -línea en rojo- afecta en gran medida a la "banana de lenguaje". Esta persona, por tanto, tendrá dificultad en discriminar las consonantes, que son las que aportan el significado y tenderá a confundir palabras, por ejemplo: "casa" y "taza".
A este problemas de discriminación suele añadirse otro factor:  la disminución del umbral de inconfort. ¿Qué significa eso? Pues que además de oír peor los sonidos agudos, los ruidos fuertes resultan más molestos que antes. En definitiva, para una persona con pérdida incipiente, puede resultar extenuante mantener una conversación con varias personas en un lugar ruidoso, por ejemplo en un restaurante o durante una fiesta. Estas personas agradecerán que hagamos un esfuerzo vocalizando y que evitemos darles la espalda, pero en ningún caso deberemos chillar ya que esto resulta especialmente molesto.
                                            

Poner la televisión con el volumen muy alto, tener problemas al hablar por teléfono, no escuchar timbres o alambras… son otros síntomas característicos asociados a la presbiacusia.  Síntomas que los afectados tienden a negar, probablemente porque lo asocian a la vejez. Quizá por ello es bastante frecuente que transcurran años - a menudo entre 3 y 5- hasta que deciden afrontar su problema. Durante este tiempo, pueden sentirse decaídos, irritables y llegar a aislarse completamente de su entorno. En esta etapa es muy importante la influencia de la familia y el entorno, que son quienes, en muchos casos,  les animan a hacer algo al respecto.

Nuestra experiencia nos confirma que los mejores resultados se obtienen cuando se actúa rápidamente. Esto tiene su explicación: cuanto más tiempo hemos estado sumidos en el “mundo del silencio”, más difícil  le resulta a nuestro cerebro volver a interpretar los estímulos sonoros. Una persona con pérdida auditiva que empieza a utilizar audífonos, u otras soluciones auditivas, obtendrá mejores resultados cuanto antes empiece a hacerlo, en vez de esperar a que el grado de pérdida aumente, dificultando la fase de adaptación.

El 32% de los españoles no se preocupa por su salud


El último estudio de Oi2 revela que  el 32% de los españoles no se preocupa por su salud o, si lo hace, no lo suficiente. Por el contrario, la mayoría de la población parece ser plenamente consciente de lo importante que es tener una salud de hierro, ya que el 24% de ellos dice preocuparse mucho por este aspecto, mientras que el resto (44%) dice hacerlo hace en su justa medida.

Los aspectos derivados de la alimentación, como por ejemplo el colesterol o la obesidad, son los que más preocupan a la sociedad española. Los problemas de visión (23%) y los de piel (19%) ocupan el segundo y tercer lugar, seguidos de todo lo vinculado al consumo de substancias nocivas para la salud y/o excitantes como el alcohol, café, té o tabaco, que con un 11% ocupa la cuarta posición. Por último, y aunque no menos importante, se encuentran los problemas relacionado con el oído (10%) como la pérdida auditiva, una de las dolencia crónicas más comunes que afecta a personas de todas las edades, entre otros problemas de salud (7%).

Según los españoles, los deberes a realizar son claros si lo que se pretende es mejorar la salud y el bienestar de uno mismo. En primer lugar, un 30% de los encuestados considera que no realiza ejercicio suficiente, mientras que un 22% cree que debería cuidar más su alimentación y hacerla más equilibrada. Reducir el estrés (16%) o dormir un mayor número de horas (15%) son otros de los factores que los ciudadanos consideran que tendrían que llevar a cabo para sentirse más saludables. Por último, dejar de fumar y consumir menos bebidas alcohólicas son otras de las tareas pendientes para el 11% y el 7% de los encuestados respectivamente.

Una vez más, los datos nos confirman que cuidar la salud auditiva no es una prioridad para los españoles. Sin embargo, cuidar el oído cuesta muy poco. Debemos evitar exposición a fuentes de ruido durante un periodo prologando, no abusar del uso de reproductores de música, utilizar tapones protectores y realizarse una revisión auditiva al menos una vez al año,  especialmente las personas mayores de 50 años.

¿En qué consiste una revisión auditiva?

Según encuestas recientes, el 25% de los españoles nunca han revisado su audición. Sin embargo, los españoles sí que revisan periódicamente su vista y efectúan chequeos de salud. Se trata pues de un dato sorprendente, ya que una revisión auditiva es una prueba muy sencilla, que no ocasiona molestia alguna, y que permite detectar a tiempo cualquier anomalía y evitar sus consecuencias posteriores.
¿En qué consiste una revisión auditiva? Normalmente, la prueba se inicia con una anamnesis que refleja el historial de cada paciente. A continuación se examinan, ya sea con un otoscopio o mediante una videotoscopia,  el canal auditivo externo y el tímpano.  Si hasta aquí todo es correcto y no se aprecia ninguna alteración –por ejemplo, una inflamación o un tapón de cerumen-  podemos dar paso a la audiometría tonal, donde se valoran tanto la vía aérea como la vía ósea. Por último, se efectúa una audiometría vocal, también llamada logoaudiometría, que tiene como objetivo determinar la capacidad de comprensión de las palabras. Estas pruebas se realizan en una cabina insonora o en una sala totalmente insonorizada, para evitar que el ruido externo las altere. Finalmente, el resultado se representa en un audiograma, donde se refleja la capacidad auditiva de cada paciente.
La prebiacusia, o pérdida auditiva gradual asociada a la edad, es la disfunción más frecuente y se traduce en un audiograma “en cascada” que refleja una caída en agudos. La pérdida de audición conductiva, menos frecuente y causada normalmente por una lesión del oído externo, se traduce en cambio en un audiograma plano.  En este video podréis ver cómo se hace una audiometría y cómo se visualizan los resultados en un audiograma.

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3 consejos para cuidar tu oído en verano

Con el verano llega el buen tiempo y las vacaciones y, con ello, las ganas de salir de casa y disfrutar de la oferta de ocio y festividades que los pueblos y ciudades ofrecen. Además de la contaminación acústica, que solemos sufrir más en verano, hay otros factores que pueden provocar molestias en los oídos y que vienen derivados de la humedad y el agua de las piscinas y playas. En algunos casos, estas molestias pueden llegar a originar complicaciones, tales como una otitis externa, que puede llegar a fastidiar nuestras anheladas vacaciones.
El mejor remedio es una buena prevención y para ello bastaría tomar unas sencillas precauciones:
  1. Sumergirse en el agua lentamente: al zambullirse en el agua, la presión existente es mucho más acusada que en la superficie por lo que el oído, de forma automática, activa un mecanismo para regularla. Por este motivo, se aconseja que la inmersión se haga de forma lenta y pausada, sobre todo en aguas más profundas. De lo contrario, podría producirse la entrada brusca de agua en los oídos y la consiguiente aparición de infecciones. Además, también es aconsejable el uso de tapones.
  2. Usar tapones a medida para proteger la audición y bañarse en aguas limpias: tanto si se está en la piscina o, con la llegada del buen tiempo, en la playa, es conveniente proteger adecuadamente los oídos para que no se generen tapones. El uso de protectores auditivos fabricados a medida disminuye el nivel de humedad provocado por el contacto con el agua, y por tanto, se reduce el riesgo de padecer otitis. Por otro lado, nadar o bucear en aguas que no han sido debidamente tratadas propicia la aparición de gérmenes y bacterias que ocasionarían, entre otras complicaciones, infecciones en el oído.
  3. Secar los oídos después de cada baño: tanto si se está en la ducha como tomando un baño en la playa o la piscina, es conveniente secar el oído con un paño o toallita secos.
Los tapones a medida para baño, también conocidos como "catamaranes", se fabrican en material hipoalergénico y son la mejor solución tanto para adultos como para niños. Para una mayor protección -si existen antecedentes de otitis o un drenaje en el tímpano- se recomienda utilizar los tapones a medida conjuntamente con una banda protectora de neopreno.

1 de cada 4 españoles nunca ha revisado su audición

¿Quién no se ha preguntado alguna vez cuál sería el sentido que, de no tenerlo, cambiaría la vida cotidiana y las relaciones sociales con el entorno? Gran parte de la comprensión con el entorno social, se obtiene por medio de la audición, el órgano de comunicación por excelencia. El último estudio Oi2 nos confirma que los sentidos más importantes para los españoles son la vista, con un 68%, y el oído, con el 23%.

Por lo tanto, tras la vista y el oído, los sentidos más importantes para el día a día de los españoles son, por este orden, el gusto, el tacto y el olfato. Así pues, un dato que se extrae del estudio Oi2 es que a pesar de que en España el 8% de los españoles sufre pérdida auditiva, 1 de cada 4 españoles nunca ha acudido a un especialista para revisar su audición, mientras que 4 de cada 5 revisa su vista al menos una vez al año.

Por ello, es necesario preguntarse si, a raíz de las conclusiones del estudio Oi2, el oído es el segundo sentido más importante para los españoles, ¿por qué no se realizan revisiones auditivas al igual que con la vista? Según el mismo estudio, los motivos que frenan a los españoles a la hora de acudir a un especialista son, según un 38%, el no reconocer la pérdida auditiva, la desconfianza al pensar que la pérdida auditiva no se puede solucionar correctamente (9%), el rechazo a tener que usar audífonos  (6%), el miedo a parecer mayor en el caso que fuera preciso el uso de audífonos (4%) o la vergüenza a lo que pudiera opinar el entorno más cercano (2%), entre otros (41%).
Cuanto antes se detecta un problema auditivo más sencillo es solucionarlo, por ello es necesario revisar el oído periódicamente. Según los españoles, los principales efectos de la pérdida auditiva son, con un 18%, los problemas de comunicación, la inseguridad (12%), el cansancio y los dolores de cabeza (12%), la falta de concentración (10%), el estrés (9%), la depresión (9%) o la ansiedad (8%), entre otros (22%).

En España, más de 3 millones de personas tienen algún grado de pérdida auditiva, y más de la mitad lo desconoce. En este sentido, cabe señalar que la pérdida auditiva es el resultado de un proceso natural, conocido como presbiacusia, mediante el cual las personas empiezan a notar cierta dificultad al oír determinados sonidos, sobre todo los más agudos al inicio. Dado que se trata de un proceso gradual, al igual que se pierde la agudeza visual con el paso del tiempo, las personas que tienen presbiacusia no suelen percatarse del problema y acostumbran a ser sus familiares o amigos los primeros en detectarlo. Si tenemos algún caso en nuestro entorno, debemos animarle a realizar una revisión auditiva, algo que debería ser tan "normal" como hacerse un chequeo de salud general, o revisar periódicamente nuestra vista.