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Consejos para convivir con personas con pérdida auditiva

Cuando alguien tiene pérdida auditiva, el papel de las personas allegadas es clave para facilitar la aceptación del problema y conseguir un buen nivel de comunicación.  Hay que tener en cuenta que la persona afectada no sólo pierde el oído: pierde mucho más que eso. Seguramente se le escapan detalles en las conversaciones, deja de apreciar los matices, de diferenciar el tono de voz. Quizá le cueste entender una chiste o seguir una broma.
Nada causa más angustia en una persona con pérdida auditiva que creerse aislada de su entorno. La familia y amigos podemos hacer mucho para evitarlo, para ello será de gran ayuda seguir estos consejos:
  • Si la persona con pérdida auditiva no usa audífonos, pregúntale por qué oído oye mejor y colócate en ese lado para hablarle. Esto es especialmente importante en lugares ruidosos.
  • Antes de empezar a hablar, asegúrate de llamar su atención -por ejemplo.  tocando su hombro- e iniciar un contacto visual.
  • Háblale de frente y con claridad, vocalizando y sin prisas. Pronuncia claramente las consonantes. Y sobre todo, no chilles, no es necesario y además, puede transmitir la sensación de que se está enfadado. No se trata de hablar más alto sino más claro.
  •  Emplea frases cortas y si es necesario, repite la frase completa, no únicamente palabras sueltas, para facilitar la comprensión en su contexto. Si la persona sigue sin entender tras varias repeticiones, prueba con otras palabras que tengan el mismo sentido.
  • Si la conversación se produce en casa, desconecta la televisión o la radio. No te desplaces a otra habitación mientras estás hablando.
  • considerado y comprensivo, especialmente en la etapa de aprendizaje. Evita mostrar irritación o cansancio si debes repetir varias veces lo mismo.
Es posible que las personas con pérdida auditiva, para no cansar a los demás,  finjan habernos entendido cuando realmente no lo han hecho. Además, seguir una conversación les requiere prestar mucha atención, lo cual puede resultar extenuante. Sin embargo, con un poco de paciencia y cierto aprendizaje,  la vida de una persona con problemas auditivos puede ser tan rica como la de un normoyente.

Historia de los Audífonos

 

Mucho antes de que existieran los audífonos, el hombre buscó en la naturaleza soluciones para oír mejor, tales como cuernos de animales o caracoles marinos. Y más tarde, fabricó piezas similares en madera o metal. Alrededor del siglo XVI empezó a usarse la trompetilla acústica, por aquel entonces de gran tamaño, si bien lo largo de los años se fue haciendo cada vez más pequeña y sofisticada. Ya en el siglo XIX empezaron a fabricarse tubos y trompetas a nivel industrial. 

Graham Bell
La invención de los actuales audífonos parte de dos importantes logros. En primer lugar,  Graham Bell - cuya madre y esposa eran sordas- inventó un dispositivo electromagnético capaz de convertir los impulsos eléctricos en sonidos. Diez años más tarde, en 1886, se produjo otro importante avance: Edison inventó el micrófono de gránulos de carbón.
Alrededor de 1900 la firma americana Akouphone patentó el primer audífono eléctrico, era tan grande que debía colocarse encima de una mesa, y las baterías duraban tan sólo un par de horas.  En 1914 Siemens presentó su auricular telefónico que reemplazó al pesado casco
En la década de los 20 se inaugura una nueva etapa, con la aplicación de las válvulas en las prótesis auditivas, lo que las hizo más eficaces pero todavía dependientes de enormes baterías. Y ya en 1948 se produce una revolución en el sector de los audífonos: la invención del transistor, paso decisivo que hizo posible la progresiva miniaturización de los audífonos.
Evolución de los audífonos
Durante los años 60 y 70 se incorporaron mejoras como el control automático de volumen o los micrófonos direccionales. En los 80,  se produjo el boom de los audífonos intracanales, que hicieron que muchas personas abandonaran sus prejuicios estéticos.  
Y ya en los 90, se produjo otro avance crucial: la introducción de la tecnología digital en el sector de los audífonos. Desde entonces, la evolución en la calidad sonora ha sido espectacular. Hoy en día, además de contar con soluciones extraordinariamente discretas, es posible programar la respuesta de los audífonos a medida de las necesidades auditivas de cada usuario. Asimismo, nuevos sistemas inalámbricos nos permiten conectar los audífonos a gadgets y dispositivos externos.

Soluciones Auditivas para el Hogar (II)

Al igual que existen diversas opciones de transmisores Bellman, existen distintos tipos de receptor. El más práctico y versátil es el receptor vibrotáctil de bolsillo, también llamado  buscapersonas o localizador.

Este receptor, que cabe en la palma de la mano y pesa sólo 70 grs., puede llevarse en el bolsillo de la camisa o pantalón, o colgado del cinturón. De ese modo, el usuario puede moverse libremente por su casa, incluso estar en el jardín o terraza, con la seguridad de recibir cualquier alerta.

El receptor vibrotáctil es compatible con cualquiera de los cuatro transmisores Bellman: de hecho, la unidad ya viene preconfigurada para asignar cada transmisor a un tipo de aviso luminoso. Por ejemplo, si se enciende el led verde significa que alguien ha llamado a la puerta. Si se enciende el led amarillo, es que nos están llamando por teléfono. Y además de avisos luminosos, también emite avisos por vibración, que varían en frecuencia y en intensidad según la procedencia de la señal entrante. De ese modo, que podemos saber de dónde procede el aviso sin necesidad de mirar el receptor o sacarlo del bolsillo. 

El receptor vibrotáctil, además, permite otras opciones de uso aparte de las cuatro inicialmente asignadas. Por ejemplo, podemos utilizar un tipo de señal para las llamadas  procedentes del interfono exterior. Las familias con más de un niño pequeño en casa, pueden asignar un tipo de aviso para cada habitación donde haya avisador de bebés.

Por último, el receptor vibrotáctil puede utilizarse con un cargador Bellman Visit, al que pueden conectarse a su vez hasta dos vibradores de almohada. De ese modo, funcionaría también como despertador en caso de producirse una alerta mientras el usuario está durmiendo.

En definitiva, el receptor vibrotáctil Bellman puede ser de gran ayuda para:
  • personas con pérdida moderada con dificultad para escuchar las alarmas
  • personas usuarias de audífonos, cuando en casa se los quitan o mientras duermen
  • personas con sordera severa
  • personas sin pérdida auditiva que pasan mucho tiempo en el exterior de su vivienda -por ejemplo, en un jardín o terraza- y tienen problemas para escuchar las alarmas externas.
Información sin compromiso en: http://www.centrosoi2.com/encuentranos.html

    Soluciones Auditivas para el Hogar (I)

    Conforme pasan los años, nuestros "mayores" suelen tener problemas para escuchar las alarmas. Es habitual que no escuchen el timbre de la puerta o el del teléfono.También las personas que utilizan audífonos quedan "incomunicadas" del mundo exterior cuando se los quitan. Y, por supuesto, mientras duermen.

    Estas situaciones no sólo generan molestias al interesado. También pueden causar preocupación a familiares y amigos,  cuando llaman y no obtienen respuesta. Y algo mucho peor... ¿qué ocurriría en una situación de emergencia?  Por ejemplo, si hubiera un incendio en el edificio mientras la persona afectada está durmiendo, ajena a todo lo que ocurre ya que no puede escuchar las llamadas a su puerta o a su teléfono.

    Tanto para personas con pérdida incipiente como para usuarios de audífono,  hay una solución muy práctica y versátil llamada Bellman Visit.  Se trata de un sistema inalámbrico que proporciona gran tranquilidad y seguridad a toda la familia. La solución se compone de una serie de transmisores y receptores, que pueden combinarse de acuerdo a las necesidades de cada usuario. La combinación mínima requiere únicamente un transmisor y un receptor.

    El transmisor de puerta no precisa instalación, basta con colocarlo cerca del timbre y funciona tanto con timbres como con interfonos. El transmisor de teléfono también es muy fácil de usar, simplemente se conecta a la toma de teléfono mediante un adaptador. Además, puede utilizarse como transmisor multifunción (por ejemplo, como botón de aviso para familiares o cuidadores).
    
    Transmisor de puerta
    
    Transmisor de teléfono
     
    Avisador para bebés
    
    El tercer transmisor es el avisador para bebés, que se activa emitiendo un aviso cuando el niño llora; este transmisor puede ajustarse para seleccionar tanto la sensibilidad acústica como el periodo que transcurre entre el inicio del  llanto y el aviso. Y por último, el detector de humo, que emite un aviso en caso de que se genere humo o un incremento de temperatura  elevado. 

    Estos cuatro transmisores pueden combinarse con uno o varios receptores, que os presentaremos en nuestro próximo post. Todas las soluciones están disponibles en los Centros Oi2.