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Los músicos y el riesgo de pérdida auditiva

Cada vez son más los que reconocen tener pérdida auditiva o acúfenos, por ejemplo Phil Collins, Sting o Neil Young. Incluso Louis Tomlinson -el joven cantante de One Direction- admitió recientemente tener problemas auditivos a causa de los gritos de sus fans.

También los músicos de orquestas clásicas están expuestos a riesgo de deterioro auditivo. Recientemente, un Juzgado de San Sebastián dio la razón a un músico de trombón que solicitaba se reconociera su pérdida auditiva como enfermedad profesional.

La mayoría de músicos profesionales, de hecho,  están expuestos a una presión sonora de entre 80 y 200 decibelios, entre 3 y 8 horas al día. Esto supera ampliamente los niveles aceptables para la salud auditiva.  La mayoría rechazan la utilización de protectores auditivos, probablemente porque consideran que pueden ocasionar distorsión.

Sin embargo, hoy en día existen protectores auditivos a medida diseñados específicamente para  músicos y técnicos de sonido. Incorporan un filtro exclusivo que atenúa por igual todas las frecuencias, proporcionando una audición sin distorsiones. Existen tres tipos de filtro, de 9, 15 o 25 dB de atenuación, para que cada músico escoja el más adecuado a sus necesidades y al tipo de instrumento o música que interpreten o escuchen. La atenuación de estos filtros es totalmente plana, con lo que se evita la distorsión.

 
Los protectores a medida con filtros de atenuación plana tienen un coste superior al de unos protectores standard. Sin embargo, merece la pena asumir dicho coste si consideramos lo que está en riesgo: la posibilidad de una pérdida auditiva irreversible.

Los protectores auditivos a medida para músicos pueden adquirirse en los principales centros auditivos, también en Oi2 Centros Auditivos. 

Los audífonos RIC: una buena elección


La irrupción de los audífonos Open Fit o de adaptación abierta, en el año 2003, supuso un cambio de tendencia en el sector. Hasta entonces, los usuarios con pérdida leve o moderada tenían pocas opciones para evitar el efecto de oclusión. Este efecto produce que a la persona afectada le suene "hueca" su propia voz , como si hablara dentro de un barril. Los audífonos de adaptación abierta marcaron un antes y un después en este aspecto.
Audífonos RIC Rexton Gem, disponible en 8 colores

Pocos años más tarde aparecieron los primeros audífonos RIC  (Receiver In Canal) que en poco tiempo se convirtieron en una de las categorías más vendidas en Europa y EEUU. Los audífonos RIC pueden utilizarse con moldes o adaptadores abiertos, es decir, con las ventajas que supone una adaptación abierta.

Otra ventaja clave,  que les hace ganar cada vez más adeptos, es que los audífonos RIC permiten combinar prestaciones avanzadas de los modelos retroauriculares, con los beneficios de los audífonos intracanales. El auricular  se inserta en un pequeño molde a medida, que se coloca dentro del oído. De esta forma el usuario se beneficia de la ganancia de inserción, es decir,  que aprovecha la amplificación natural que proporciona el pabellón auditivo, requiriendo menos amplificación del audífono. En definitiva, se consigue una sensación auditiva mucho más natural y equilibrada.

Los audífonos RIC son casi invisibles
una vez colocados en el oído
Una tercera ventaja es que los audífonos RIC no requieren molde a medida: eso permite que el usuario pueda probarlos antes de decidir su compra. Y si se decide, puede llevárselos puestos.

A nivel estético, el RIC también satisface expectativas ya que resulta prácticamente invisible una vez colocado en el oído. Los fabricantes, a su vez, han mejorado sus diseños y hoy en día hay RIC’s realmente atractivos, cada vez más próximos a los gadgets de alta tecnología.

Los ruidos más molestos para los españoles

El ruido es considerado una sensación auditiva desagradable que afecta a toda la sociedad,sobre todo en los núcleos urbanos. Esta sensación molesta provoca efectos negativos en la salud, mermando la calidad de vida de las personas de quienes les rodean.

En un estudio realizado por Oi2 Centros Auditivos, se detectó que los sonidos más molestos para los españoles son, por este orden:
  1. El ruido de las obras en construcción
  2. El sonido del despertador
  3. Los ruidos de las fiestas populares (pirotecnia, música, bullicio…)
  4. El ruido de los vecinos
  5. Los locales de ocio nocturno
Asimismo, 9 de cada 10 españoles considera que los principales factores que han aumentado durante las últimas décadas el nivel de contaminación acústica  son, por este orden:  las construcciones en obra(19%),  la escasez de materiales aislantes en la construcción de las viviendas (17%), la laxitud del gobierno o la policía por controlar la manipulación de elementos de vehículos (tubos de escape, tunning, etc.) (15%), el tráfico aéreo en las ciudades (12%), el ruido de las fábricas (10%), el bullicio de los “botellones” en las calles (9%), la cultura española de hablar fuerte (8%) o el poco control policial en la hora de de cierre de bares y/o discotecas (7%).

A estos le siguen el bullicio del ocio nocturno (como por ejemplo los botellones en la calle), el sonido de los aviones, el tráfico, el mal uso de las bocinas o las industrias. No sin razón la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirma que España es el segundo país del mundo con mayores niveles de contaminación acústica, solamente por detrás de Japón, lo que significa que casi 9.000.000 de españoles soportan niveles medios superiores a 65 db, un hecho que se ajusta a las conclusiones del estudio Oi2 que afirma que el 55% de los españoles declara que no oye igual que hace 10 años.

Los MP3 pueden producir sordera

El uso de MP3 por parte de adolescentes y jóvenes está ampliamente generalizado. En un estudio reciente de la Universidad de Tel Aviv , cuyos resultados pueden consultarse este enlace de hear-it,  se detectó el 80% los utiliza regularmente, el 21% los usa de una a cuatro horas diarias, y el 8% los utiliza más de cuatro horas consecutivas. De acuerdo a estos datos, una cuarta parte de los adolescentes se arriesga a sufrir una pérdida auditiva irreversible.
Hay que tener en cuenta, además, que cuando los auriculares se colocan dentro del oído la presión sonora aumenta por la “ganancia de inserción”. En definitiva, la muchos jóvenes escuchan música a un volumen superior a los 100 dB, lo que resulta realmente perjudicial.
Podemos evitar riesgos innecesarios para nuestra audición con 3 sencillos consejos:
  • No escuches música con auriculares durante más de 60 minutos al día
  • Pon  el volumen, como máximo, al 60%
  • Si los que están a tu alrededor llegan a oír la música de tu MP3, ten por seguro que está suficientemente alto como para dañar tu oído.
Si eres amante de la música y te preocupa cuidar tu audición, existen unos protectores auditivos específicos para utilizar con ipod y MP3 disponibles en centros auditivos.

Patologías asociadas a la pérdida de audición

La pérdida de audición está asociada, frecuentemente, a otras patologías o síntomas.  A continuación veremos algunos de los más frecuentes.

Reclutamiento

Fenómeno que a menudo acompaña a las pérdidas auditivas neurosensoriales y constituye un síntoma de lesión en el Organo de Corti.  Al incrementarse levemente la intensidad de un sonido, la persona afectada percibe un aumento desproporcionado en la sensación de sonoridad. Una persona con reclutamiento apenas oye los ruidos de baja intensidad, pero un sonido algo más fuerte puede parecerle insoportable.


Algunas patologías auditivas
producen vértigos o mareos
Acúfenos o Tinnitus
Percepción de ruidos sin un estímulo exterior frecuentemente asociados a las pérdidas auditivas neurosensoriales. La persona que los padece tiene la sensación de oír “ruidos dentro de la cabeza”.  Normalmente van asociados a una patología del oído interno y no suelen tener solución médica.

Vértigos o mareo

Falsa sensación de movimiento. Se presenta al producirse alteraciones del aparato vestibular y sus centros nerviosos.  A veces están asociados a una patología auditiva (síndrome de Ménière).

Enfermedad hereditaria, más frecuente en mujeres que hombres, que se desarrolla en la edad adulta. Produce rigidez en la cadena osicular, ya que el ligamento que une el estribo y la ventana oval se va osificando y pierde elasticidad. Causa pérdidas conductivas de leves a severas.